domingo, 1 de junio de 2014

Fantasmas

Me pides que no te cargue con mis fantasmas,
pero ellos vienen siempre conmigo.

Se aparecen en bancos solitarios,
como reflejos acuosos bajo la pálida luz de la tarde,
como escenas de una película muda, en blanco y negro,
sin final feliz.

Y cada noche se acuestan en mi cama
y me despiertan cada día
con su gélido aliento sobre mi cara,
eterno recuerdo de su ausente presencia.
Hasta que yo- y sólo yo- los destierre.

La puerta está abierta.

Eres libre de marcharte.