No hay grandes días, sino días en los que ocurren cosas extraordinarias. Cada día no es más que una sucesión de acontecimientos en un lapso de tiempo de veinticuatro horas. Pero a veces, algunos de esos acontecimientos condicionan los siguientes, como las piezas de un complicado "efecto mariposa" con múltiples finales posibles. Esos acontecimientos son nuestras decisiones, actos que cometemos pensando en el futuro (más o menos inmediato). A veces no seguimos la cadena del "efecto mariposa" hasta el final, y tomamos decisiones que no nos llevan a buen puerto. Otras, tomamos la decisión acertada pero nos preguntamos, día tras día, cómo habría sido todo si hubiesemos tomado una opción diferente.
En el "efecto mariposa" no hay retorno posible, pero pueden existir dos caminos que lleven al mismo final. Puede que no sirva de mucho recordar con nostalgia el pasado, sólo se puede pelear por el futuro que queremos ver. Tampoco hay que preocuparse si el camino se complica. Aunque el futuro sea incierto, aún es nuestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario