miércoles, 2 de julio de 2014

Sueño de una noche de verano

Anoche volviste a colarte en mi habitación. Hacía mucho tiempo que no lo hacías.
Entraste con disimulo, sin hacer ruido, y te echaste a mi lado con tanta suavidad que ni noté la presión de tu cuerpo sobre el colchón. Pero entonces percibí tu olor y supe que estabas ahí justo un segundo antes de que mi cabeza encontrase ese sitio especial en tu clavícula en el que encaja tan bien.
Me abrazaste y yo sonreí. Supe entonces cuánto te había echado de menos.
Cuando desperté ya te habías marchado, de mi cama, digo.
De mi cabeza aún no te he echado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario